Si algo diferencia a los gays varones a mi entender, es la infinita variedad de categorización que tienen elaborada. A lo mejor es algo natural, no sé. Yo es que tengo un novio un poco atípico, porque ni se siente categorizado en ningún sitio que no sea el de maricón de toda la vida (categoría que, dicho sea de paso, a mí no me gusta ni un pelo, porque lo veo, tan grande, tan ancho y tan fortachón que me pregunto donde estará lo de maricón; no sé, será que me crié en un entorno demasiado antiguo y extremista, en el que la realidad homosexual parecía no existir a fuerza de no nombrarla); ni tampoco desea salir a todos lados a proclamar no se sabe qué estilo de vida. Yo en esto último no coincido del todo con él, que es muy divertido proclamar y mucho más un estilo de vida; te ves rodeado de un montón de gente que proclama lo mismo que tú y así, quieras que no, te sientes menos raro.

Masculinos o con mucho glamour, fortachones o delgados, depilados o hirsutos, leñadores, macarras, aniñados, uniformados, látex, licra, cuero, a pelo, musculados, naturales, culturistas, fibrados; a los que les gusta besar, chupar, acariciar, que les muerdan los pezones o morderlos, penetrar o ser penetrados, que les meen, que les escupan, que les chinguen, dominar o ser dominados, que les peguen, real o simuladamente. Puedo seguir,  pero con esto ya se ve que el panorama es amplio. Y es curioso, porque muchos intentan incluirse en alguno de los grupos de gustos sexuales predefinidos; quizá porque el tiempo hay que aprovecharlo y una vez que quedas ir al grano y con la verdad por delante.

Yo he de reconocer que tengo mis gustos, como todo el mundo que haya descubierto las maravillas de la diversidad humana. Prefiero el pelo a la depilación, por ejemplo, pero no hago de eso una bandera de exclusividad. Me encanta la barba, sobre todo la corta; prefiero el músculo a la grasa, por supuesto, pero hay un punto de gordito o redondito que no está nada mal, sobre todo si eres anchote. Pero lo que más me gusta es la simpatía y la clarividencia, la amabilidad y la bondad, la fortaleza y la laboriosidad, la alegría y la compasión. Todo ese conjunto de cualidades que hacen a una persona. De acuerdo, el exterior te entra por los ojos, pero es el conjunto el que te cautiva ¿no?  Otro día hablamos del amor, que parece que es un tema un poco olvidado, o quizá tabú; ¿enamorarse es una debilidad que no nos podemos permitir?